Cómo conseguir unos glúteos (casi) perfectos
El glúteo, como cualquier otro músculo, hay que trabajarlo para elevar y reafirmar. El secreto: ejercicio y buena alimentación. ¿Otra opción?: las prótesis.
Tener los glúteos bien arriba es un deseo tanto de mujeres como de hombres. El gusto por lucir una cara “B” modelada y firme cada día es mayor. No es una moda pasajera ligada al fenómeno del clan Kardashian, sino un verdadero interés estético.
Mujeres como la tenista Serena Williams o las cantantes Jennifer López, Beyonce o Rihanna; y hombres como Nadal o David Beckham han contribuido a la necesidad de cuidar los glúteos.
Para aumentar, no sólo el tamaño sino para dar forma al contorno glúteo, existen dos técnicas a veces complementarias entre sí: las prótesis específicas y los injertos con grasa propia del paciente.
Los tipos de glúteos varían en función de la genética y morfología corporal, lo que también influye a la hora de modelarlo. “Por eso hay personas que recurren a las prótesis de glúteos y a los injertos con grasa propia del paciente”, explica el presidente de la Asociación Española de Cirugía Estética Plástica, Jesús Benito.
Las prótesis glúteas son más seguras que el aumento con grasa. “Se colocan dentro del músculo glúteo mayor”, explica el experto, y advierte de que “es un gran error poner los implantes por encima del musculo, porque se acaban viendo y movilizando”.
El material es más resistente y, aunque hay menos tipos, existen “las prótesis ovales y redondas. La selección depende del tipo de glúteo y pelvis, así como del espacio que tengamos dentro del músculo para el implante”, indica.
Estos implantes se colocan por igual en hombres y mujeres. En el varón se busca potenciar la silueta y en la mujer dar a la nalga la forma más redondeada posible. Se aumenta y se remodela.
La elevación de la zona se logra reduciendo el contorno de la cintura con la liposucción, “lo que aumenta la curva hacia el glúteo y acrecienta el efecto”, informa el experto.
La celulitis, el eterno problema de la piel femenina, sobre todo en esta parte del cuerpo, se puede tratar para ofrecer un resultado completo mediante la mesoterapia -inyecciones de ácido hialurónico y vitaminas-.
También es útil aquí la radiofrecuencia, “una terapia basada en las fuentes de energía para reducir el componente acuoso de la celulitis y la flacidez asociada”, añade Benito.
La flacidez puede ser también la causante de la aparición de un “rollo de grasa en la zona alta del glúteo, en la transición entre el músculo y el glúteo, denominada banana subglútea”, indica.
La radiofrecuencia funciona asimismo en este caso, donde también se puede aplicar el lipolaser ( liposucción asistida con láser), con el objetivo de retensar la piel.
Otra posibilidad , apunta el cirujano, “es vaciar la zona de la banana e injertar con grasa propia los valles superior e inferior, para disimularlo.”
Por último, y en cuanto a la moda de las tallas grandes, a la demanda de supervolúmenes estilo Kardashian , Jesús Benito Ruiz asegura: “depende de las expectativas de la paciente, aunque, sobre todo de cuestiones médicas, como la cantidad de grasa que se puede injertar y el espacio intramuscular que se tenga para el implante”.
El ejercicio es fundamental para mantener el trasero en su sitio. Como otros músculos, los glúteos se deben trabajar tres o cuatro veces por semana para modelar elevar y también reafirmarlos.
En función del tipo de glúteo que se tenga, será necesario unos u otros ejercicios. Por ejemplo, para bajar volumen es importante llevar una dieta baja en grasas y realizar ejercicio cardiovacular como montar en bicicleta, largos paseos o correr.
Si lo que se desea en aumentar su volumen, lo ideal es tomar proteína y realizar ejercicios de resistencia, como sentadillas, bandas elásticas o pesas.
Cuando el problema son las cartucheras es fundamental olvidarse de la grasa y de los dulces, y practicar movimientos laterales con la piernas.
Una de las más últimas tendencias para mantener los músculos del trasero es la tensión isómetrica o tensión dinámica, una método con el que se ejercitan los músculos manteniéndolos en tensión.
Otra tendencias son los flotadores o almohadillas Waff, una herramienta que permite ejercitar todas las partes del cuerpo y su musculatura, reduciendo tensión y sin sobrecargar las articulaciones, en un entorno seguro.
El método introduce un entrenamiento corporal integral, optimizando cualidades físicas tales como coordinación, capacidad cardiovascular, resistencia, fuerza, tonificación, potencia, estabilidad, movilidad o velocidad de reacción.
Fuente Estilos http://bit.ly/2MwruyD
via Diario Libre
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