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La medicina que nos espera en 2022, con permiso del Covid

En 2022, la medicina puede ser totalmente predictiva, preventiva (basada en el riesgo predictivo), personalizada y participativa. Los conocimientos de la genética humana, la precisión y la medicina personalizada han transformado la atención de la salud. La inteligencia artificial (IA) ha revolucionado la atención médica a través de la extracción de registros médicos, el diseño de planes de tratamiento, la aceleración de imágenes médicas y la creación de medicamentos. Este año puede ser clave para algunas tecnologías que están revolucionando la medicina, como las herramientas Crispr de edición genética o la tecnología de ARNm con la que se han fabricado las vacunas para el Covid-19; el uso de la información genómica en campos como la inmunogenómica o la combinación de las innovadoras técnicas de imagen con la genómica; pero también será la consolidación de la telemedicina en la asistencia al paciente y en la inteligencia artificial aplicada a la salud y el uso de datos. En el campo farmacológico, se trata de recuperar el tiempo perdido con la pandemia, y se esperan importantes avances en enfermedades como el cáncer, el VIH y, por supuesto el Covid-19, con lo que algunos visionarios, como Bill Gates, auguren la vuelta a la normalidad. Un cambio de escenario en alzhéimer. También puede ser el año de la llegada de una nueva generación de fármacos contra el alzhéimer. Tras numerosos fracasos en los ensayos clínicos, los más prometedores se dejarán ver a lo largo de 2022, aunque en 2021 ya se aprobó en EE.UU. el primero y controvertido aducanumab. Mientras para algunos científicos supuso un cambio de escenario, debido a que era el «primer fármaco que modifica el curso de la enfermedad», para otros la evidencia disponible «genera dudas más que certezas». En cualquier caso, 2022 puede que vea la llegada de nuevos fármacos de esta generación. Eli Lilly tiene previsto aprobar donanemab para fases tempranas de la enfermedad y también están avanzados gantenerumab, de Roche; y lecanemab, de Biogen y Eisai. Precisamente, en el campo del alzhéimer, hay que prestar atención a su diagnóstico. Se han hecho grandes progresos en este ámbito, y hay bastantes posibilidades de que el año que viene se apruebe el primer análisis de sangre asequible y accesible para detectar el alzhéimer. Nuevos antivirales y vacunas esterilizantes para el Covid-19 Pero no cabe duda, reconoce Lluis Montoliu, investigador del Centro Nacional de Biotecnología (CNB-CSIC), que una de las prioridades sigue siendo el Covid-19. «Hay que conseguir vacunas que sean esterilizantes y antivirales potentes capaces de combatir directamente al coronavirus en las personas infectadas que están ingresadas, para que puedan superar la infección y no correr el riesgo de fallecer a consecuencia del Covid-19». Pero, señala, en el resto de patologías «hay que recuperar todo lo que no se ha podido hacer, investigar o tratar la causa, directa o indirectamente, de la pandemia». En este sentido, considera que la tecnología de ARNm es muy poderosa y «ha llegado para quedarse». Tras décadas de desarrollo, «gracias a la pandemia de Covid-19 ha encontrado un trampolín para manifestar su validez y relevancia». Además, podrá utilizarse también para tratar otras patologías de base genética, como muchas enfermedades raras, o complejas, como el cáncer, donde existe un gran interés en el momento actual por el desarrollo de vacunas de ARN, comenta Enriqueta Felip, presidenta de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM). Asimismo, tal y como explicaba recientemente la revista «Nature», la tecnología de ARNm podría servir para fabricar vacunas frente a enfermedades como el VIH o la malaria, y otras tecnologías en las que están trabajando los investigadores, como las vacunas de proteínas o las de ADN, podrían ser más baratas de producir y más fáciles de almacenar, por lo que la distribución en países de bajos ingresos podría ser mucho más fácil. Cáncer: Más inmunoterapia Felip augura para 2022 el avance de diferentes modalidades de inmunoterapia en multitud de tumores, así como el desarrollo de fármacos dirigidos frente a alteraciones moleculares, inmunoconjugados, que son terapias que combinan anticuerpos dirigidos frente a alteraciones específicas del tumor junto con un agente quimioterápico. Y no se olvida de que, debido a que el tratamiento del cáncer es multidisciplinar, conviene destacar la teragnosis o la terapia dirigida con radioligandos, «un tratamiento que combina un ligando capaz de localizar las células tumorales con un radioisótopo, una partícula radiactiva terapéutica. Una vez localizada la célula tumoral, el radioisótopo es capaz de desencadenar un mecanismo de muerte celular con una menor afectación del tejido sano circundante». Genética y genómica En 2022, la genómica, el estudio de los genes o el ADN de una persona, pasará al centro del escenario, ya que veremos la disponibilidad de herramientas y técnicas para tratar enfermedades y trastornos basados en la huella genética, el entorno y el estilo de vida de cada persona. El uso de datos multimodales, incluida la información genética, imágenes, patología digital y otra información multimodal, permitirá la detección precisa del estado de la enfermedad en forma temprana y la progresión, lo que hará que las terapias sean mucho más efectivas y, al mismo tiempo, reducirá el coste. Por ejemplo, en el cáncer, asegura Felip, se ha visto que la medicina de precisión permitirá un diagnóstico más preciso ya que incorpora la determinación de biomarcadores que permiten seleccionar los tratamientos más eficaces y seguros para cada paciente. Sin embargo, a pesar de que se ha logrado cambiar la historia natural de ciertos tumores gracias al desarrollo de la medicina de precisión, «no es aplicable a todos los pacientes oncológicos, aunque se espera que se vayan consolidando los resultados». El investigador del CNB, por su parte, cree que en 2022 seguiremos conociendo éxitos de los ensayos clínicos de terapia génica con diversas variantes de las herramientas Crispr de edición genética, que paulatinamente irán transformándose en tratamientos, si superan los test de seguridad y eficacia. Montoliu precisa que la medicina personalizada de precisión tiene muchos retos ante sí. En primer lugar, «el poder llegar a determinar la causa genética de una enfermedad, obteniendo el diagnóstico genético de forma rápida y concluyente. Una vez con el diagnóstico, si existen terapias génicas, el reto para 2022 y los siguientes años es que estén a disposición de todos los pacientes que puedan necesitarlas, no solo de aquellos que puedan costeárselas». En este sentido, Valentín Fuster, director del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC), advierte que cuando se habla del empleo de la genética aplicada a la medicina hay que «hacerlo con mucha precisión y, sobre todo, con mucha precaución». Considera Fuster que hay que ir con mucho cuidado con la genética pero que es muy importante «seguir adelante, como con la inteligencia artificial, pero con muchas precauciones en la interpretación de la información». Salud digital para controlar a los enfermos a distancia La telesalud explotó en 2020, por necesidad, y ya se está convirtiendo en el método elegido por millones de personas. Los dispositivos de monitorización remota, señala Fuster, pueden brindar la capacidad de controlar a los pacientes a distancia y el uso de análisis predictivos está ayudando a identificar a los pacientes en riesgo antes de que contraigan una enfermedad, de modo que se puedan tomar medidas preventivas. La monitorización del paciente a nivel remoto para medir la presión arterial, el ritmo cardiaco está demostrado ser de gran utilidad, asegura Fuster quien tiene claro que todos aspectos van a influir en la vida de los pacientes, pero también en los sistemas de salud. Por eso, recalca, «estos sistemas tienen que estar muy bien gobernados para su buena aplicación». Los avances en el análisis de datos y la inteligencia artificial están brindando a los profesionales sanitarios el acceso a numerosas herramientas nuevas para que sus tareas sean más fáciles de completar. La inteligencia artificial, señala Fuster, «nos permite empezar a saber lo que no podemos conocer con nuestro cerebro humano». Órganos animales para trasplante Un equipo de investigadores y cirujanos cardiovasculares de la facultad de Medicina de la Universidad de Maryland (EE.UU.) acaba de comunicar al mundo que han realizado con éxito el primer trasplante de corazón de un cerdo modificado genéticamente a un ser humano. El paciente tenía su corazón muy dañado, además de otras patologías y comorbilidades que lo inhabilitaban como candidato para recibir un corazón nuevo, compatible, de otra persona. Le explicaron los riesgos y la novedad del tratamiento y consintió libremente, aceptando someterse a un primer trasplante experimental de un corazón animal no humano Y otro de la Universidad de Alabama en Birmingham (EE.UU.) presentan anunicaron el primer trasplante exitoso de riñones de cerdo modificados genéticamente en un individuo humano con muerte cerebral, reemplazando los riñones nativos del receptor. Estos resultados positivos demuestran cómo el xenotrasplante podría abordar la crisis mundial de escasez de órganos. Los xenotrasplantes son trasplantes de células, tejidos u órganos entre animales de distintas especies, y llevan muchos años sobre la mesa. Al principio de la década de los 90 se revitalizaron y desde entonces muchos investigadores se han interesado por encontrar la manera de evitar el rechazo fulminante que se produciría al intentar situar un órgano de un animal dentro del cuerpo de una especie distinta, seguido del rechazo a medio y a largo plazo. Lluis Montoliu espera que se establezcan ensayos clínicos en los que puedan enrolarse un número significativo de pacientes para poder evaluar, con mayor claridad, la seguridad y la eficacia de los xenotrasplantes. El cambio para el futuro: de la enfermedad a la salud Para la próxima década, Valentín Fuster, también director del Instituto Cardiovascular del Hospital Mount Sinai de Nueva York (EE.UU.), pronostica la irrupción de tecnologías sanitarias disruptivas que cambiarán totalmente el campo de la medicina y la salud. «’Imagenomics’, que es la combinación de la tecnología de imagen y la genética o regeneración celular. También será importante la ‘inmunoinflamación’, que se aplica a todas las especialidades y tecnologías». Subraya también el papel de ‘selfomics,‘ que es la «caracterización del individuo a través del estudio de las células circulantes -neutrófilo, monocitos, etc.- en donde se estudian todos los aspectos de esta célula, genéticos y no genéticos y aportan una visión global del individuo». Por último, la neurogenómica, que contempla las conexiones del sistema nervioso y engloba aspectos moleculares, del ritmo cardiaco, hipertensión, que son fundamentales tanto en el cerebro como en el corazón. Pero dice el doctor Valentín Fuster que todos estos avances, tecnología sanitaria, inteligencia artificial, etc. se están empleando sobre todo para entender la enfermedad. Pero que, por diferentes razones, se está generando un movimiento para avanzar en la comprensión de la salud en las diferentes etapas de la vida. Es decir, «todas estas tecnologías nos están ayudando a entender lo que es la salud en estas franjas de edad. Por ejemplo, a la edad intermedia, 40 a 60 años, lo importante es saber si estás desarrollando una patología o no, porque las enfermedades son muy silenciosas al comienzo. Y aquí la tecnología de imagen, como la que usamos en el CNIC, tiene un papel fundamental». Pero también hay que avanzar en las edades más jóvenes, asegura. En este grupo de edad, «la inversión ya no es en tecnología, sino en educación; aquí entramos en el tema fundamental del futuro, que es la cultura de la salud, y no solamente tenemos que dirigirnos al niño, sino también a su familia y a su entorno. Este es un cambio radical».

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