Cómo evitar la reinfección con Ómicron
Ómicron, la última variante conocida del SARS-CoV-2, se ha extendido a una velocidad vertiginosa por todo el planeta porque se multiplica 70 veces más rápido en los tejidos que recubren las vías respiratorias que sus antecesoras. También el riesgo de reinfección es mayor ya que parece contar con una mejor capacidad para evadir la inmunidad que confiere haber padecido la infección previamente. Por lo que contagiarse a propósito no es una buena idea. Ya hay estudios que apuntan a que la tercera dosis de las vacunas ARNm, Pfizer y Moderna, son eficaces para prevenir el contagio de esta variante, aunque existe un debate entre los inmunólogos sobre si en personas jóvenes y sanas este refuerzo es necesario. En cualquier caso, no hay que confiarse por estar vacunado ya que el contagio es posible. Tanto si ya has pasado Ómicron como si no, conviene que tengas en cuenta estas pautas para minimizar el riesgo de una reinfección o de infectar a familiares y amigos que todavía no se hayan contagiado. Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de EE.UU. recomiendan: -Ponerse la vacuna contra el Covid-19 tan pronto como pueda, así como el refuerzo cuando corresponda. -Realizar un uso correcto y consistente de una mascarilla bien ajustada que cubra su nariz y su boca. -Mantener una distancia interpersonal de al menos 1,5 metros. -Evitar las multitudes y los espacios interiores con mala ventilación. -Es importante saber cuándo hacerse una prueba de detección para estar informado y evitar contagiar a otras personas. -Lávate las manos frecuentemente con agua y jabón y sécalas bien. Usa un desinfectante de manos con al menos un 60 % de alcohol si no hay agua y jabón disponibles. Si vas a reunirte con personas no convivientes en espacios interiores, antes, después y mientras dure el encuentro, el Ministerio de Sanidad recomienda ventilación de forma permanente y que sea cruzada: con apertura de puertas y/o ventanas opuestas o al menos en lados diferentes de la sala, para favorecer la circulación de aire y garantizar un barrido eficaz por todo el espacio. Si estás pasando Ómicron y te encuentras en condiciones, los CDC recomiendan que sea la persona enferma la que se encargue de limpiar y desinfectar las superficies y artículos después de cada uso. Si no te encuentras bien y se tiene que encargar de la limpieza otra persona que no está contagiada, deberá colocarse una mascarilla y pedir a la persona enferma que también lo haga antes de entrar a la habitación. También es muy importante abrir las puertas y ventanas que dan al exterior para aumentar la circulación de aire. La vajilla y los utensilios de la persona que está enferma deben lavarse después con jabón y agua caliente o en el lavaplatos. Y la persona que los manipule debe lavarse las manos después de recoger los utensilios del enfermo así como después de tirar la basura con los residuos del enfermo. Si el enfermo ya está recuperado, los CDC aconsejan esperar «varias horas» antes de limpiar y desinfectar. Si se realiza en menos de 24 horas, hay que entrar a la habitación y al baño con mascarilla y las ventanas abiertas para limpiar y desinfectar. Si la limpieza se realiza entre 24 horas y 3 días tras la recuperación del enfermo no es necesario desinfectar, basta con limpiar las superficies de las áreas utilizadas por la persona enferma. Y si ya han pasado más de 3 días, los CDC aseguran que no es necesaria ninguna tarea de limpieza adicional (además de la de rutina) en las áreas utilizadas por el enfermo. Para minimizar el riesgo, también hay que limpiar alfombras, cortinas y tapizados con agua caliente y jabón o con productos de limpieza diseñados para usar en estas superficies y secarlos completamente. Si usas la aspiradora en la habitación de una persona enferma o en la que estuvo 24 hora sante de su recuperación, usa una mascarilla al aspirar. Para lavar la ropa, y esto incluye sábanas y toallas, usa la máxima temperatura de agua permitida y sécalos completamente. Si vas a manipular ropa sucia de una persona enferma, usa guantes y una mascarilla. Después no te olvides de limpiar los cestos de ropa sucia y lavarte las manos. Y en tiempos de Covid, otro punto importante es el cuidado de un elemento que pasa por nuestra boca a diario: el cepillo de dientes. Aunque es de sentido común, conviene recordar que para evitar contagios de cualquier virus no se deben compartir los cepillos de dientes ni tampoco guardarlos en un mismo bote con los cabezales pegados. La Sociedad Española de Periodoncia (SEPA) recomienda además guardar el cepillo lejos del inodoro y cerrar la tapa del váter antes de descargar la cisterna. «Cada vez que alguien tira de la cadena parte del aerosol saldrá volando del inodoro y caerá sobre el cepillo», advierten. El cepillo debe cambiarse al menos cada tres meses e, incluso, antes si las cerdas se desgastan. Pero si has pasado el Covid, la SEPA aconseja cambiarlo inmediatamente por uno nuevo.
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