¿Son recomendables los cigarrillos electrónicos para dejar de fumar?

¿Son todos los productos relacionados con el tabaco igualmente dañinos? Según un estudio de la Universidad de Rutgers (EE.UU.), muchos profesionales sanitarios de EE.UU. tiene conceptos equivocados por lo que es menos probable que recomienden los cigarrillos electrónicos a aquellas personas que buscan dejar de fumar o que reciben tratamiento por una enfermedad causada por el tabaco. Aunque no está recomendado por la mayoría de agencias de salud del mundo, muchas personas preguntan a sus médicos si pueden usarlos como una alternativa a los cigarrillos de tabaco o como una forma de ayudarlos a dejar de fumar. «A medida que crece la evidencia que muestra que los cigarrillos electrónicos son potencialmente efectivos para dejar de fumar, pueden desempeñar un papel fundamental en la reducción del uso de cigarrillos y, posteriormente, de las enfermedades causadas por el tabaco» , señala el autor del estudio, Michael Steinberg. «Es importante comprender las perspectivas de los médicos sobre los cigarrillos electrónicos como un medio para la reducción de daños». Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la epidemia de tabaquismo es una de las mayores amenazas para la salud pública que ha tenido que afrontar el mundo. Mata a más de 8 millones de personas al año. Casi el 70% de los médicos informaron que los pacientes les habían preguntado sobre los cigarrillos electrónicos, y un tercio dijo que les habían preguntado en los últimos 30 días El tabaco es perjudicial en todas sus modalidades y no existe un nivel seguro de exposición al tabaco, afirma la OMS, que incluye en sus recomendaciones a otros productos de tabaco como los productos de tabaco calentados (PTC), como el iQOS que generan aerosoles que contienen nicotina y otras sustancias tóxicas al calentar el tabaco o activar un dispositivo que lo contiene, o los cigarrillos electrónicos, con o sin nicotina, que aunque no contienen tabaco, son perjudiciales para la salud y no son seguros. El estudio, publicado en «JAMA Network Open», preguntó a 2.058 médicos de EE. UU. en 2018 y posteriormente en 2019 sobre la información que facilitan a los pacientes sobre los cigarrillos electrónicos. Los investigadores preguntaron cómo aconsejarían a dos pacientes diferentes que querían dejar de fumar: una mujer joven que fumaba poco y todavía no había intentado dejar de fumar y un hombre mayor que fumaba mucho y había intentado dejar de fumar muchas veces usando diferentes métodos. El estudio encontró que los médicos eran significativamente más propensos a recomendar cigarrillos electrónicos para fumadores empedernidos mientras que recomendaban medicamentos aprobados, como chicles o parches de nicotina, para fumadores ocasionales. Casi el 70% de los médicos informaron que los pacientes les habían preguntado sobre los cigarrillos electrónicos, y un tercio dijo que les habían preguntado en los últimos 30 días. Más del 60 % de los médicos creían incorrectamente que todos los productos del tabaco son igualmente dañinos. «Estos hallazgos muestran que es fundamental abordar las percepciones erróneas de los médicos e informarlos sobre la eficacia de los cigarrillos electrónicos, en particular corrigiendo sus percepciones erróneas de que todos los productos de tabaco son igualmente dañinos, a diferencia del hecho de que el tabaco quemado es, con mucho, el más peligroso», asegura la autora principal Cristine Delnevo. La Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica , en su declaración oficial de sobre cigarrillos electrónicos y los dispositivos de tabaco calentados, que en España se comercializan con la marca IQOS, señala que la inhalación de los aerosoles y humos que generan estos dispositivos es tóxica para la salud. «Tampoco pueden recomendarse como métodos para dejar de fumar tras los resultados contradictorios de diferentes ensayos clínicos y metaanálisis, máxime cuando ya existen tratamientos seguros y eficaces como la vareniclina, la terapia sustitutiva con nicotina y el bupropion, unido al asesoramiento psicológico». Desde 2013, SEPAR ha mantenido un posicionamiento claro en contra de los e-cigarrillos y otros dispositivos electrónicos constatando que contienen sustancias toxicas que son nocivas para la salud. «A pesar de ello, estamos asistiendo a un incremento en las ventas de estos dispositivos especialmente entre los adolescentes y los jóvenes. Algunas compañías tabaqueras han entrado en el mercado y se ha instaurado la estrategia de que estos dispositivos son un buen método para dejar de fumar. Por ello, en SEPAR pensamos que este era el momento de desarrollar un nuevo documento, con la evidencia actualizada sobre su seguridad y eficacia», aseguran desde SEPAR. Más del 60 % de los médicos creían incorrectamente que todos los productos del tabaco son igualmente dañinos Además, «las conclusiones obtenidas después de la revisión de los estudios realizados señalan que la utilización de estos dispositivos produce riesgos para la salud y no ayuda a dejar de fumar, por ello, proponemos que los mismos sean considerados como productos de tabaco y cumplan con la legislación vigente en cuanto a consumo, venta y publicidad del tabaco, además de que tengan la misma carga fiscal que tienen los cigarrillos». En este sentido, SEPAR considera que deberían prohibirse las agresivas campañas de publicidad que promocionan el uso de estos dispositivos electrónicos que están generando confusión en la población general. También sería muy importante que estos dispositivos no se pudiesen vender en tiendas normales, sólo en aquellos lugares que la ley permita y sus envases deben mostrar todas las alertas sanitarias que muestran los paquetes de tabaco, es decir, avisos escritos y grafismos que alerten a los consumidores de los riesgos para la salud que su consumo puede tener.

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