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El cáncer de piel, ¿cómo operarlo? Los beneficios de la cirugía de Mohs

Por desgracia, según datos de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV), el cáncer de piel en todas sus variantes, tanto melanoma como no melanoma, está en aumento. Hay unos 4.000 nuevos casos de melanoma al año, y más de 74.000 de otros tipos de cáncer de piel (carcinomas o cáncer cutáneo no melanoma). Se trata de cifras que se han duplicado en los últimos 30 años. «Por ello, la protección solar, así como el diagnóstico y el tratamiento precoz son básicos con el fin de evitar que el cáncer de piel tenga mayores y graves consecuencias», advierte el jefe del servicio de Dermatología (IDERMA) del Hospital Universitari Dexeus de Barcelona, el doctor Josep González Castro. Así, este especialista subraya que las técnicas quirúrgicas avanzadas nos permiten la extirpación total e individualizada, minimizando las secuelas y logrando cicatrices lo más estéticas posibles, tales como la cirugía de Mohs, una técnica muy implantada en EEUU, Reino Unido, y Canadá. En concreto, ésta ha demostrado una gran eficacia en el tratamiento del cáncer de piel, no melanoma. Desde el Servicio de Dermatología del Complejo hospitalario Ruber Juan Bravo de Madrid, la doctora Claudia Bernárdez recuerda que se trata de un tipo de cirugía, también llamada ‘micrográfica’, cuyo nombre deriva del cirujano que la ideó. «Es una práctica quirúrgica cuyo beneficio primordial en el cáncer de piel es que mientras se realiza la técnica, el cirujano puede saber exactamente cuándo el tumor ha sido extirpado por completo; lo que no es posible con otros tratamientos del cáncer de piel», sostiene la dermatóloga. Para tratar los carcinomas es importante el uso de una cirugía lo menos invasiva posible, y que comporte el mejor resultado cosmético Mientras, el doctor González Castro remarca que esta técnica es la más eficaz, selectiva y precisa para extirpar el tumor con los márgenes de tejido estrictamente necesarios y preservando la piel sana de alrededor. Otro tipo de tratamientos pueden ser más deformantes, especialmente en la cara, alrededor de los ojos, o en la boca. «Para tratar los carcinomas es importante el uso de una cirugía lo menos invasiva posible, y que comporte el mejor resultado cosmético», advierte el cirujano dermatológico. Al tratarse de microcirugía aseguramos que la cicatriz sea mínima. Para plantear su realización, el paciente debe primero acudir a consulta para un correcto diagnóstico y planteamiento del tratamiento. El doctor González Castro añade que la cirugía de Mohs la realizan los dermatólogos entrenados para ello, al ser una técnica específica, que requiere también de un anatomopatólogo. Una vez el cirujano ha extirpado el tumor, el Servicio de Anatomía Patológica, con el paciente aún en quirófano, analiza la muestra extirpada al microscopio para asegurarse de que el tumor se ha extraído completamente con todos los márgenes libres. El jefe del Servicio de Anatomía patológica del Hospital Universitari Dexeus, el doctor Francesc Tresserra añade en este punto que es muy importante la sincronización entre el dermatólogo quirúrgico y el patólogo: «Cuando el cirujano entrega la muestra al patólogo, se le da absoluta prioridad. El análisis y la toma de decisiones han de ser muy rápidos ya que el paciente está todavía en quirófano». De hecho, los servicios de Dermatología y de Anatomía patológica del Hospital Universitari Dexeus de Barcelona trabajan conjuntamente en la realización de la cirugía micrográfica de Mohs para extirpar carcinomas. «Se trata de una técnica microquirúrgica que requiere de la precisión del cirujano, y de una estrecha colaboración por parte de un patólogo, que pueda asegurar durante la intervención que el tumor se ha extirpado completamente», señala. En concreto, se realizan varios estudios microscópicos, llamados fases o estadios, hasta poder determinar en el propio quirófano que el tumor está completamente eliminado, en cuyo caso se procede a la reconstrucción de la piel, para cerrar el defecto quirúrgico de la forma más estética. Según indica el doctor González Castro, pueden ser necesarios varios estudios para acabar con el tumor. Si el tumor ya se ha eliminado completamente se procede a la reconstrucción del orificio de piel que se ha dejado tras la extirpación del tumor. La reconstrucción realizada por el dermatólogo cirujano, debe ser ejecutada con técnicas muy precisas y bien ejecutadas, para garantizar el mejor resultado cosmético. Beneficio de Mohs Este tipo de intervención permite eliminar la enfermedad eficaz, con una posibilidad muy remota de que el tumor muestre su reaparición. “Un paciente sometido a este tipo de cirugía sabe antes de llegar a su casa que ya no tiene tumor", celebra por su parte la especialista del Complejo Hospitalario Ruber Juan Bravo de Madrid, la doctora Claudia Bernárdez. Así, la experta destaca que los principales beneficios de la cirugía de Mohs frente a otros tratamientos en el cáncer de piel son: 1.- Se logra la mayor tasa de curación. “Consigue entre un 97 y un 99% de curación”, según asegura. 2.- Permite la conservación del máximo posible de tejido sano, disminuyendo así la cicatriz resultante. “Esto es de especial importancia en áreas con menos cantidad de piel como serían la cara, el escote o las manos”, resalta la dermatóloga. Esta especialista subraya que Mohs es una cirugía ambulatoria para la que se suele emplear anestesia local, con o sin sedación. «Está considerada como la técnica quirúrgica más avanzada para el tratamiento de los tumores malignos de piel en los que está indicado», según concluye.

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