Recientes

La respuesta inmune inicial predice la eficacia de la vacuna del Covid-19

La respuesta inmune que se desencadena en los primeros momentos tras recibir una vacuna frente a Covid-19 puede predecir el nivel de protección que esa persona tendrá contra el virus a lo largo del tiempo, según un estudio publicado hoy en «Nature Medicine». Los investigadores del Instituto Kirby de la UNSW, el Instituto Peter Doherty para la Infección y la Inmunidad y la Universidad de Sydney (Australia), aseguran que existe un «correlato inmunológico» de la protección de la vacuna. Dicho correlato tiene el potencial de reducir drásticamente los tiempos de desarrollo de nuevas vacunas, midiendo los niveles de anticuerpos neutralizantes como una especie de «proxy» para la protección inmunológica contra Covid-19. «Los anticuerpos neutralizantes son pequeñas proteínas en forma de Y producidas por nuestro cuerpo que se producen en respuesta a una infección o vacunación. Se unen al virus, reduciendo su capacidad de infectar», explica la investigadora Deborah Cromer del Kirby Institute. Aunque se sabe desde hace algún tiempo que es posible que los anticuerpos neutralizantes sean una parte crítica de nuestra respuesta inmune al Covid-19, «no sabemos el número de anticuerpos necesarios para la inmunidad», señala esta investigadora. Así, continúa, «Nuestro trabajo es la evidencia más sólida hasta la fecha que demuestra que los niveles de anticuerpos específicos se traducen en altos niveles de protección contra la enfermedad». «Resulta más sencillo medir los niveles inmunes de anticuerpos que valorar la eficacia de la vacuna a lo largo del tiempo», asegura Cromer Los investigadores analizaron los datos de siete vacunas Covid-19 para examinar cómo la respuesta medida poco después de la vacunación se correlacionaba con la protección. A continuación utilizaron análisis estadístico para definir la relación específica entre la respuesta inmune y la protección. Dicho análisis pudo predecir la eficacia de una nueva vacuna. Cromer cree que este hallazgo tiene el potencial de cambiar la forma en la que se harán los ensayos de la vacuna Covid-19 en el futuro. «Resulta más sencillo medir los niveles inmunes de anticuerpos que valorar la eficacia de la vacuna a lo largo del tiempo», asegura Cromer. Otra aplicación crucial de este análisis es su capacidad para predecir la inmunidad a largo plazo. Actualmente se cree que la inmunidad de la vacuna disminuye al cabo de un año y que el nivel de anticuerpos neutralizantes en la sangre se reduce durante los meses posteriores a la infección o la vacunación. «La vacunación funciona muy bien para prevenir tanto los síntomas como las enfermedades graves a corto y medio plazo, pero se prevé que la eficacia disminuya durante los primeros meses», asegura David Khoury, también del Kirby Institute. «Nuestro estudio ha visto que se requiere un nivel 6 veces menor de anticuerpos para protegerse contra una enfermedad grave. Así que, aunque nuestro análisis predice que la inmunidad comenzará a perderse un año después de la vacunación, la protección contra una infección grave debería durar más», indica Khoury. Se requiere un nivel 6 veces menor de anticuerpos para protegerse contra una enfermedad grave. Así que, aunque nuestro análisis predice que la inmunidad comenzará a perderse un año después de la vacunación, la protección contra una infección grave debería durar más. Pero, apunta, estos datos sugieren que para una protección óptima contra la enfermedad moderada y la transmisión de Covid-19, habría que pensar en dosis refuerzo anuales, «al igual que lo que ocurre con la vacuna contra la gripe». La información también puede servir para hacer frente a la evolución del virus y la aparición de nuevas variantes. «Otra ventaja de nuestro trabajo es que nos permite predecir cómo de protectora será una respuesta inmune contra diferentes variantes», explica Jamie Triccas, del Instituto Marie Bashir de la Universidad de Sydney. «Este análisis muestra una muy buena correlación entre la respuesta inmune, muy fácil de probar, y la eficacia de una vacuna para prevenir infecciones, increíblemente difícil de probar. Esto significa que podemos predecir el nivel de protección de una respuesta inmune ante diferentes variantes, sin tener que determinar la eficacia frente a cada variante en ensayos clínicos grandes y costosos».

Fuente Salud https://ift.tt/2SZlD8T
via abc.es

No hay comentarios