Recientes

Las señales de que te estás haciendo viejo y no te das ni cuenta

Hace poco el actor Hugh Grant habló en su perfil de Twitter de su irritación con los niveles de volumen en los cines: "¿Soy yo o en las salas el sonido está muy alto?". Sentimos decirte, querido intérprete, que no es así, lo que realmente te pasa es que te estás haciendo mayor.

¿A ti también te pasa? ¿Hay cosas que antes veías normales y que ahora te molestan con asiduidad? Tranquilo, todos envejecemos, pero cuanto antes lo aceptes y asumas la realidad, menor será la caída. Todos los días aportan a ese proceso y de hecho según estás leyendo esto, tu organismo continúa dirigiéndose hacia esa temida etapa de la vida.

M. Palmero

Seguramente te creas un tipo guay, moderno, que tienes las ideas más claras que la gente que te rodea, que estás más en forma, incluso tendrás Facebook, WhatsApp y posiblemente Twitter (lo de Instagram se queda un poco alejado, ¿no?) y pensarás que estás al día con la vida y la sociedad en la que te mueves, pero ¿estás seguro de que no hay algunas cosillas que te chirrían y que a la gente más joven no le importa tanto?

Muchas molestias

Ya no te decimos que el sonido de una película te parezca que está muy alto, pero si eres de los que va al cine y no soporta que otros susurren o hagan mucho ruido con la comida hay algo que marca la diferencia con alguien diez años menor. Con 30 también te enfadará que la gente lo haga, pero la diferencia está en que ahora irás al responsable de la sala para quejarte y que los eche del establecimiento. No solo eso, las películas se te hacen interminables, ¿o no? Y no hablemos de las risas enlatadas de las series: te ponen de mal humor.

Una señal inequívoca de que te haces mayor es que cada vez que alguien te propone un plan, tú acabas respondiendo "al final me quedé frito en el sofá"

Además, lo de ir de fiesta en días como Navidad, Año Nuevo o fechas señaladas donde hay aglomeraciones, te agobia. Antes lo que querías era jaleo, diversión y cuanta más gente mejor, pero ahora huyes de esas historias. Lo cierto es que te has vuelto más de manta, serie o peli y cuando llegan las 00:00 te conviertes en Cenicienta y quieres irte corriendo a casa. No pasa nada, pero es una realidad.

Tienes problemas con la luz. Sí, antes leías en cualquier parte, pero ahora te has vuelto fotosensible. A veces crees que una habitación es demasiado luminosa, otras que el restaurante al que llevas yendo años tiene la luz demasiado baja. Antes era acogedor y romántico, ahora es oscuro y tenebroso. La cosa es que estás más interesado por lo que vas a comer, tanto que quieres ver bien el plato.

Hábitos y educación

Que mucha gente no tiene ni un ápice de modales, estamos de acuerdo. Pero reconoce que tu paciencia también ha ido disminuyendo con el paso de los años. No te estamos diciendo que no puedas sentirte molesto con alguien que lleva su música a todo volumen en el metro, pero si se sienta una persona con cascos a tu lado y el simple sonido de su música te desespera, la edad es algo que te está sentando muy mal.

Que te creas un tipo guay, moderno, con ideas claras, en forma o que tengas Facebook y WhatsApp no te hace parecer más joven

Antes le dejabas ese disco o película a cualquiera y si no te lo devolvían daba igual, pero ahora es otra cosa. Te has vuelto un intolerante con ese tipo de gente que te pide prestado algo y misteriosamente no se acuerdan nunca de traerlo. Relax, no pasa nada, con educación se llega a todas partes, pídelo las veces que haga falta y no te vuelvas loco.

¿Es sábado o domingo y a las 9:30 ya estás levantado? Este es otro signo de que estás envejeciendo rápido. La ciencia ha estudiado a menudo la razón por la que a medida que nos hacemos mayores empezamos a dormir menos. Enhorabuena, ya eres todo un señor. Y ya si cada vez que alguien te propone un plan eres de los que responde "al final me quedé frito en el sofá", ya no hay vuelta atrás. Vive feliz querido lector y recuerda que "el tiempo pasa muy rápido".



Fuente elconfidencial.com

No hay comentarios