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Descubren que este mineral es esencial para el sistema inmunitario, incluso en la lucha contra el cáncer

El nivel de magnesio en la sangre es un factor importante en la capacidad del sistema inmunitario para combatir los gérmenes y las células cancerosas. Así lo corrobora un trabajo elaborado por investigadores de la Universidad de Basilea y el Hospital Universitario de Basilea, y publicado en la revista «Cell», que revela que las células T necesitan una cantidad suficiente de este mineral para funcionar de manera eficiente. Además, estos hallazgos pueden tener implicaciones importantes para los pacientes con cáncer. La deficiencia de magnesio, un mineral necesario para más de 300 reacciones bioquímicas del cuerpo, se asocia con una variedad de enfermedades, como infecciones y cáncer. La mayor parte del magnesio en la dieta proviene de vegetales de hoja verde oscura, aunque hay otros alimentos que también son buena fuente de magnesio como los cereales integrales, los frutos secos (almendras y anacardos), legumbres (judías, garbazos, lentejas, guisantes), frutas (plátanos, albaricoques y aguacates), y leche. Estudios previos han demostrado que las células cancerosas se propagan más rápido en los cuerpos de los ratones cuando los animales reciben una dieta baja en magnesio, y que su defensa contra los virus de la gripe también se ve afectada. Sin embargo, había poca investigación sobre cómo afecta exactamente este mineral al sistema inmunológico. Ahora, investigadores dirigidos por el profesor Christoph Hess, del Departamento de Biomedicina de la Universidad de Basilea y del Hospital Universitario de Basilea y del Departamento de Medicina de la Universidad de Cambridge, han descubierto que las células T pueden eliminar las células anormales o infectadas de manera eficiente en un entorno rico en magnesio. En concreto, este mineral es importante para la función de una proteína de superficie de células T denominada LFA-1. LFA-1 actúa como un sitio de acoplamiento, que juega un papel clave en la activación de las células T. «En un estado inactivo, este lugar de atraque tiene una estructura doblada que impide un amarre eficiente a las células infectadas o anormales», explica Christoph Hess. «Aquí es donde entra en juego el magnesio. Si el magnesio está presente en cantidades suficientes cerca de las células T, se une a LFA-1 y asegura que permanezca en una posición extendida y, por lo tanto, activa». El hecho de que el magnesio sea esencial para el funcionamiento de las células T puede ser, según los investigadores, un hallazgo muy importante para las modernas inmunoterapias contra el cáncer. Estas terapias tienen como objetivo movilizar al sistema inmunológico, en particular a las células T citotóxicas, para combatir a las células cancerosas. En modelos experimentales, los investigadores pudieron demostrar que la respuesta inmunitaria de las células T contra las células cancerosas se vio fortalecida por un aumento en la concentración local de magnesio en los tumores. «Para verificar clínicamente esta observación, ahora estamos buscando formas de aumentar la concentración de magnesio en los tumores de manera específica», explica Christoph Hess. La naturaleza prometedora de estas estrategias está probada mediante análisis adicionales realizados por el equipo de investigación que trabaja con Christoph Hess y su postdoctorado, el doctor Jonas Lötscher, autor principal del estudio. Utilizando datos de estudios previamente completados de pacientes con cáncer, los investigadores pudieron demostrar que las inmunoterapias eran menos efectivas en pacientes con niveles insuficientes de magnesio en la sangre. Con los datos existentes hasta ahora no se puede afirmar que una ingesta regular de magnesio influya en el riesgo de desarrollar cáncer, advierte Lötscher. Ese es el próximo paso de los investigadores: «Estamos planeando estudios prospectivos para probar el efecto clínico del magnesio como acelerador del sistema inmunológico».

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via abc.es

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