Identifican la clave de las recaídas en el alcoholismo
Investigadores de EE.UU. parecen haber dado con la clave que explicaría lo sencillo que resulta en ocasiones recaer en una conducta adictiva, como el alcoholismo. Se calcula que entre 40 y el 60 por ciento de las personas que han recibido tratamiento por abuso de sustancias experimentarán algún tipo de recaída. La respuesta podría estar, según los investigadores de la Facultad de Medicina Perelman de la Universidad de Pensilvania (EE.UU.), en el acetato, un producto de la descomposición del alcohol producido principalmente en el hígado, que viaja al sistema de aprendizaje del cerebro y altera directamente las proteínas que regulan la función del ADN. Es decir, esto afecta la forma en que se expresan algunos genes y, en última instancia, el comportamiento de los ratones cuando están presentes en un entorno que favorece el consumo de alcohol. Sus hallazgos se publican hoy en «Nature». «Hasta donde sabemos, estos datos proporcionan la primera evidencia empírica que indica que una porción de acetato derivada del metabolismo del alcohol influye directamente en la regulación epigenética en el cerebro», afirma la autora principal del estudio, Shelley Berger. En el estudio actual, para comprender mejor cómo los cambios inducidos por el alcohol en la expresión génica finalmente afectan el comportamiento, Berger y su equipo emplearon una prueba de comportamiento. Los ratones fueron expuestos a estímulos ‘neutrales’ y recompensas de alcohol en compartimentos distintos, distinguidos por señales ambientales. Se calcula que entre 40 y el 60 por ciento de las personas que han recibido tratamiento por abuso de sustancias experimentarán algún tipo de recaída Después de este período de acondicionamiento, los investigadores midieron la preferencia de los ratones al permitirles el libre acceso a cualquiera de los compartimentos, y registraron el tiempo que pasaron tanto en la cámara neutral como en la de alcohol. Descubrieron que, como se esperaba, los ratones con actividad normal de la enzima llamada ACSS2.pasaron más tiempo en el compartimento de alcohol después del período de entrenamiento. Para probar la importancia de ACSS2 en este comportamiento, los investigadores redujeron el nivel de proteína de ACSS2 en una región del cerebro importante para el aprendizaje y la memoria, y observaron que, con la disminución de ACSS2, no se mostró preferencia por el compartimento emparejado con alcohol. «Esto nos indica que la formación de memoria relacionada con el alcohol requiere ACSS2 –explica Gabor Egervari-. Nuestros datos moleculares y de comportamiento, cuando se toman en conjunto, establecen el ACSS2 como un posible objetivo de intervención en el trastorno por consumo de alcohol, en el que la memoria de las señales ambientales asociadas al alcohol es el principal impulsor del deseo y la recaída, incluso después de períodos prolongados de abstinencia». Es importante destacar que estos hallazgos sugieren que otras fuentes externas o periféricas de acetato fisiológico, principalmente el microbioma intestinal, pueden afectar de manera similar la acetilación de histonas centrales y la función cerebral, que pueden controlar o fomentar otros síndromes metabólicos. Estos datos proporcionan la primera evidencia empírica que indica que una porción de acetato derivada del metabolismo del alcohol influye directamente en la regulación epigenética en el cerebro Además de investigar el impacto del consumo de alcohol en los cambios cerebrales en adultos, el equipo también analizó los efectos del consumo en ratones embarazados y, por lo tanto, el impacto del alcohol en las células cerebrales en ratones en desarrollo. En el útero, el alcohol causa una alteración de la expresión génica del neurodesarrollo y puede provocar numerosos síntomas de enfermedades postnatales asociadas con el alcohol, como el tamaño pequeño de la cabeza, el bajo peso corporal y la hiperactividad. Y aunque se desconoce el número de personas afectadas por trastornos del espectro alcohólico fetal (FASD), que incluye el síndrome de alcoholismo fetal, se calcula que podría llegar al uno o cinco por ciento de la población. En este brazo del estudio, los investigadores descubrieron que, al consumir alcohol, el acetato se administra a través de la placenta y al feto en desarrollo. Los cerebros fetales de estos ratones mostraron que la exposición al alcohol en el nivel de ‘consumo excesivo de alcohol’ en la mujer embarazada resultó en la deposición de grupos acetilo derivados del alcohol sobre las histonas en los cerebros fetales en el desarrollo neural temprano en los ratones. Al igual que los resultados del estudio son útiles para el posible tratamiento del trastorno por consumo de alcohol, estos resultados podrían tener implicaciones para comprender y combatir el síndrome de alcoholismo fetal.
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via abc.es
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