Bastan 3 intervenciones de salud pública para prevenir 94 millones de muertes prematuras
Reducir la presión arterial, reducir el consumo de sodio y eliminar las grasas trans podría prevenir 94 millones de muertes por enfermedad cardiovascular en todo el mundo en los próximos 25 años. Lo afirma un estudio de la Escuela Chan de Salud Pública de la Universidad de Harvard (EE.UU.) que se publica en «Circulation». «Centrar nuestros recursos en la combinación de estas tres intervenciones puede tener un enorme impacto potencial en la salud cardiovascular hasta el 2040», reconoce el autor principal Goodarz Danaei. Los investigadores utilizaron datos globales de múltiples estudios y estimaciones de la Organización Mundial de la Salud para realizar sus cálculos. Así, estimaron que aumentar el tratamiento de la hipertensión arterial al 70% de la población mundial podría prolongar la vida de 39,4 millones de personas. Reducir la ingesta de sodio en un 30% podría evitar otros 40 millones de muertes y también podría ayudar a disminuir la presión arterial alta, un factor de riesgo importante para la enfermedad cardiovascular (ECV). Y, por último, eliminar las grasas trans podría prevenir 14,8 millones de muertes prematuras. Los autores destacan que sería necesaria una variedad de programas y políticas para reducir las muertes prematuras relacionadas con ECV Los autores destacan que sería necesaria una variedad de programas y políticas para reducir las muertes prematuras relacionadas con ECV. Una estrategia importante sería aumentar el uso de medicamentos para la presión arterial, muchos de los cuales son seguros y asequibles. Los investigadores reconocieron que ampliar las tres intervenciones sería un «gran desafío», que obligará a los países a comprometer recursos adicionales para aumentar la capacidad y la calidad de la atención de salud. Pero la buena noticia es que estudios previos han demostrado que las intervenciones son alcanzables y asequibles. Por ejemplo, un programa en el norte de California logró el control de la hipertensión al 90% entre los miles de pacientes del sistema de salud entre 2001 y 2013, utilizando estrategias como protocolos de tratamiento mejorados, servicios más accesibles para el paciente y sistemas de información de atención médica que facilitan el seguimiento de las personas con hipertensión. «Centrar nuestros recursos en la combinación de estas tres intervenciones puede tener un enorme impacto potencial en la salud cardiovascular hasta el 2040» Los enfoques similares se han adaptado y probado en algunos países de ingresos bajos y medianos, lo que lleva a notables mejoras en el tratamiento y control de la hipertensión, afirmaron los autores. «Estas son metas realistas que han demostrado ser alcanzables en escalas más pequeñas -afirma Danaei-. Necesitamos el compromiso de ampliar los programas para lograrlos a nivel mundial».
Fuente Salud http://bit.ly/2ZhrV1y
via abc.es
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