¿Por qué los farmacéuticos tienen que pedir la receta cuando compras paracetamol e ibuprofeno?
Aunque a algunos consumidores les parezca increíble, algunas presentaciones de medicamentos tan usados como paracetamol o ibuprofeno necesitan receta médica para poder adquirirlos en las farmacias. Y no siempre depende de la dosis. En el caso del ibuprofeno 600 mg siempre se necesita receta, pero en el paracetamol, depende de la presentación. «La necesidad de prescripción no tiene que ver tanto con que la dosis sea mayor (por ejemplo, hay marcas de paracetamol de 1 mg que no necesitan receta) como con la indicación», explica a ABC Iván Espada, farmacéutico del departamento técnico del Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos. «No es lo mismo un analgésico para un dolor de cabeza puntual que cuando se prescribe para un proceso de artrosis, que requiere un control médico por parte del paciente», aclara Espada. Por tanto, el paciente tiene disponible en la farmacia presentaciones de paracetamol o ibuprofeno, de mayor o menor dosis, que necesitan prescripción médica o no. Si vamos a la farmacia a por un medicamento que nos alivie un malestar puntual, el farmacéutico deberá despachar un analgésico sin receta. Si el usuario quiere una presentación que exige receta tiene que pasar primero por su médico para que valore esa necesidad. Esta ley no es nueva. Espada recuerda que en el año 1990 se publicó en el BOE la primera ley del medicamento, que se actualizó en 2006 y luego en 2015, con el real decreto ley de garantías de uso racional del medicamento. En todas, se refleja la necesidad de pedir la receta médica en los fármacos que así lo exijan y se prevén multas para aquellos profesionales que incumplan la ley. Los colegios profesionales de farmacéuticos, médicos, odontólogos y fisioterapeutas de Madrid han puesto en marcha recientemente una campaña conjunta bajo el título «Tus medicamentos siempre con receta médica. Por tu seguridad», con el objetivo de promover la seguridad de los pacientes en la prescripción y dispensación de sus tratamientos. El presidente del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Madrid, Luis González Díez, considera que la campaña «es oportuna porque muestra el compromiso de los profesionales con la seguridad de los pacientes en la dispensación de sus medicamentos, además de ser también un recordatorio para todos de la obligación de cumplir con los requisitos legales vigentes, sin excepciones, porque así estamos contribuyendo a mejorar los resultados y la adherencia a los tratamientos». Por su parte, el presidente del Ilustre Colegio Oficial de Médicos de Madrid, el doctor Miguel Ángel Sánchez Chillón, hace un llamamiento a la responsabilidad a todas las partes implicadas. Por un lado, «a la población para que, en ningún caso, vaya directamente a la oficina de farmacia a pedir un fármaco sin la receta previa de su médico; a los farmacéuticos para que no hagan ninguna excepción y no dispensen ningún medicamento sin ella y a los facultativos para que tampoco hagan recetas a posteriori de fármacos que no han prescrito». Para comprobar que todo se ajusta a la ley, las comunidades autónomas tienen la obligación de realizar inspecciones en las oficinas de farmacia. Preguntado por si se la campaña responde a un incremento de las inpecciones, Espada asegura que no han detectado que se estén realizando «ni más ni menos que antes». Pero, ¿de qué depende que un medicamento necesite receta o no? «Es multifactorial y lo establece la autoridad sanitaria competente que, es nuestro país, es la Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios (Aemps)», explica Espada. No se trata solo del ibuprofeno o del paracetamol. Otros como el Nolotil, el medicamento más vendido en España, o algunos antihistamínicos también necesitan receta médica y no deberían ser dispensados ni comprados sin ella. [Lo que debes saber de Nolotil, el medicamento más vendido en España] Más dosis no siempre es mejor Espada advierte además de un comportamiento que se repite en muchos pacientes: pensar que a mayor dosis de un analgésico, mejor. «En medicamentos sin receta, por lo general, recomendamos la dosis más baja posible para conseguir el efecto deseado. La dosis eficaz de paracetamol es 650 mg y de ibuprofeno son 400 mg. Según aumentamos la dosis, aumenta el efecto, pero también la toxicidad. Hay que valorar la relación riesgo-beneficio», aclara Espada. En el botiquín de casa, es suficiente con tener analgésicos sin receta para procesos leves y puntuales. Y hacer un buen uso de ellos. Si nos han recetado un medicamento sujeto a prescripción médica y, una vez terminado el tratamiento, nos sobra, hay que llevarlo a la farmacia para reciclarlo en el punto Sigre. Nada de guardarlo para otras ocasiones.
Fuente Salud http://bit.ly/2wvzPb7
via abc.es
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