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Descubren un gen que activa las células auditivas perdidas

La pérdida de audición debida al envejecimiento, el ruido y ciertos fármacos para la terapia del cáncer y los antibióticos, es irreversible porque no se ha podido reprogramar las células para que se conviertan las células ciliadas en células sensoriales del oído externo e interno, esenciales para la audición, una vez que mueren. Ahora, científicos de la Universidad Northwestern Medicine de Chicago (EE.UU.) han descubierto un único gen maestro que programa las células ciliadas del oído para que se conviertan en externas o internas, superando así un importante obstáculo que había impedido el desarrollo de estas células para recuperar la audición. El estudio se ha publicado en Nature. «Nuestro hallazgo nos proporciona el primer cambio celular claro para fabricar un tipo frente al otro», afirma el autor principal del estudio, Jaime García-Añoveros, profesor de la Facultad de Medicina Feinberg de la Universidad Northwestern. «Este descubrimiento proporcionará una herramienta no disponible hasta ahora para fabricar células ciliadas internas o externas. Hemos superado un obstáculo importante». Actualmente, los científicos pueden generar una célula ciliada artificial, pero no diferenciarlas como interna o externa, factor que es importante ya que proporcionan diferentes funciones esenciales para producir la audición. El descubrimiento es un paso importante hacia el desarrollo de estas células específicas. La muerte de las células ciliadas externas de la cóclea es la causa más frecuente de la sordera y la pérdida de audición. Las células se desarrollan en el embrión y no se reproducen. Las células ciliadas externas se expanden y contraen en respuesta a la presión de las ondas sonoras y amplifican el sonido para las células ciliadas internas. Las células internas transmiten esas vibraciones a las neuronas para crear los sonidos que oímos. Las células ciliadas externas se expanden y contraen en respuesta a la presión de las ondas sonoras y amplifican el sonido para las células ciliadas internas. Las células internas transmiten esas vibraciones a las neuronas para crear los sonidos que oímos. «Es como un ballet», añade García-Añoveros, al describir el movimiento coordinado de las células internas y externas. «Las externas se agachan y saltan y elevan las internas hacia el interior del oído» y añade «El oído es un órgano precioso. No hay ningún otro órgano en un mamífero en el que las células estén colocadas con tanta precisión micrométrica. Si no, no se produce la audición». El interruptor genético maestro que descubrieron los científicos y que programa las células ciliadas del oído es el TBX2. Cuando el gen se expresa, la célula se convierte en una célula ciliada interna. Cuando el gen se bloquea, la célula se convierte en una célula ciliada externa. La capacidad de producir una de estas células requerirá un cóctel de genes, dijo García-Añoveros. Los genes ATOH1 y GF1 son necesarios para crear una célula ciliada coclear a partir de una célula no ciliada. A continuación, el TBX2 se activaría o desactivaría para producir la célula interna o externa necesaria. El objetivo sería reprogramar las células de sostén, que se encuentran entre las células ciliadas y les proporcionan apoyo estructural, para convertirlas en células ciliadas externas o internas. En conclusión, apunta el investigador español, «ahora podemos averiguar cómo fabricar específicamente células ciliadas internas o externas e identificar por qué las últimas son más propensas a morir y causar sordera».

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via abc.es

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