Las vacunas confieren una protección muy baja a los trasplantados frente el Covid-19

Cuando se realizaron los ensayos clínicos para determinar la inmunogenicidad (la capacidad de provocar una respuesta inmune) de las dos primeras vacunas dirigidas contra el SARS-CoV-2, el virus que causa el Covid-19, un grupo no estaba entre los incluidos: personas que habían recibido trasplantes de órganos y otros (como aquellos con trastornos autoinmunes) que están inmunodeprimidos. Ahora, los investigadores del Instituto de Salud Johns Hopkins (EE.UU.) han tratado de rectificar esa inequidad, analizando por primera vez cómo responden las personas inmunodeprimidas a su primera dosis de una de las dos vacunas de ARNm, la vacuna de Moderna y Pfizer-BioNTech. Cuando se realizaron los ensayos clínicos para determinar la inmunogenicidad (la capacidad de provocar una respuesta inmune) de las dos primeras vacunas dirigidas contra el SARS-CoV-2, el virus que causa el Covid-19, un grupo no estaba entre los incluidos: personas que habían recibido trasplantes de órganos y otros (como aquellos con trastornos autoinmunes) que están inmunodeprimidos. Ahora, los investigadores del Instituto de Salud Johns Hopkins (EE.UU.) han tratado de rectificar esa inequidad, analizando por primera vez cómo responden las personas inmunodeprimidas a su primera dosis de una de las dos vacunas de ARNm, la vacuna de Moderna y Pfizer-BioNTech. Sus hallazgos, publicados en The Journal of the American Medical Association, muestran desafortunadamente solo el 17% produjo anticuerpos detectables contra el virus SARS-CoV-2. «Esto contrasta con las personas con un sistema inmunológico saludable que están vacunadas, casi todas las cuales generan una defensa de anticuerpos suficiente contra el Covid-19», destaca el autor principal del estudio, Brian Boyarsky. El estudio evaluó la respuesta inmunogénica de la vacuna para 436 personas que había recibido un trasplante, ninguno de los cuales tenía un diagnóstico previo de Covid-19 o había positivo en la prueba de anticuerpos contra el SARS-CoV-2. La mediana de edad fue de 55,9 años y el 61% eran mujeres. Al 52% se le administró una sola dosis de la vacuna Pfizer-BioNTech y al 48% una dosis de la Moderna. La mediana de tiempo desde el trasplante para los participantes fue de 6.2 años. A los 20 días de la primera dosis de vacuna, los investigadores verificaron que solo 76 de los 436 participantes (17%) tenían anticuerpos detectables contra el virus SARS-CoV-2. L También encontraron que, entre los 76 receptores de trasplantes, los más propensos a desarrollar una respuesta de anticuerpos fueron los menores de 60 años que no tomaron antimetabolitos para la inmunosupresión y que recibieron la vacuna Moderna. Los autores del estudio señalan que, teniendo en cuenta esta información, los organismos deberían actualizar las pautas de vacunación con el fin de advertir a las personas inmunodeprimidas que siguen siendo “susceptibles al Covid-19 después de la vacunación Los autores del estudio señalan que, teniendo en cuenta esta información, los organismos deberían actualizar las pautas de vacunación con el fin de advertir a las personas inmunodeprimidas que siguen siendo «susceptibles al Covid-19 después de la vacunación«, asegura la autora principal del estudio, Dorry Segev. «Tal como están redactadas las directrices actualmente, la gente asume que la vacunación significa inmunidad». Segev dice que los próximos estudios definirán la respuesta inmunogénica de los receptores de trasplantes de órganos y otros pacientes inmunodeprimidos después de una segunda dosis de vacuna. Otras investigaciones están analizarán el impacto de un perfil más extenso del sistema inmunológico, incluida la caracterización de las células inmunitarias que recuerdan el SARS-CoV-2 después de la vacunación y producen anticuerpos, o atacan directamente el virus en respuesta a la presencia del virus, para ayudar a guiar las estrategias de vacunación para esta población. También encontraron que, entre los 76 receptores de trasplantes, los más propensos a desarrollar una respuesta de anticuerpos fueron los menores de 60 años que no tomaron antimetabolitos para la inmunosupresión y que recibieron la vacuna Moderna. Los autores del estudio señalan que, teniendo en cuenta esta información, los organismos deberían actualizar las pautas de vacunación con el fin de advertir a las personas inmunodeprimidas que siguen siendo “susceptibles al Covid-19 después de la vacunación", asegura la autora principal del estudio, Dorry Segev. «Tal como están redactadas las directrices actualmente, la gente asume que la vacunación significa inmunidad». Segev dice que los próximos estudios definirán la respuesta inmunogénica de los receptores de trasplantes de órganos y otros pacientes inmunodeprimidos después de una segunda dosis de vacuna. Otras investigaciones están analizarán el impacto de un perfil más extenso del sistema inmunológico, incluida la caracterización de las células inmunitarias que recuerdan el SARS-CoV-2 después de la vacunación y producen anticuerpos, o atacan directamente el virus en respuesta a la presencia del virus, para ayudar a guiar las estrategias de vacunación para esta población.

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