El respirador solidario que cabe en una caja de zapatos
Tan pequeño como una caja de zapatos, sencillo, ligero y fácil de transportar, pero con un sistema en su interior que salva vidas. Así es OxyVita, el respirador solidario de emergencia para el tratamiento de pacientes de Covid-19 en UCIs, merecedor del premio ABC Salud de este año a la mejor iniciativa en tecnología sanitaria. Este dispositivo de ventilación mecánica invasiva nació con el objetivo de cubrir la gran demanda de respiradores en plena pandemia, cuando era casi imposible conseguir uno en el mercado. El pasado 18 de marzo, la empresa Ennomotive decidió lanzar un concurso en su plataforma de innovación para el desarrollo de un respirador con cuatro requisitos imprescindibles: que fuera efectivo para atender a pacientes críticos en UCIs, adaptado al contexto de atención masiva de enfermos, económico de producir, y escalable, por la dificultad de abastecimiento de componentes. La propuesta ganadora, elegida por el bajo coste y por los componentes que usa, fácilmente accesibles en situación de confinamiento internacional, fue la de Frede Jensen, un ingeniero británico con más de 30 años de experiencia en el desarrollo de dispositivos médicos. Enrique Ramírez, de Ennomotive, encargó a Carlos Pardo y David Ortiz, expertos en ingeniería y desarrollo de dispositivos electrónicos, la construcción del primer prototipo del respirador. Con el objetivo de que finalmente llegase a los pacientes, contactaron con Grupo Vithas. «Dibujamos la estrategia para conseguir que este aparato pudiera tener una utilidad en el contexto de ensayo clínico», explica a ABC Salud Ángel Ayuso, director científico del Grupo Vithas y director de su Fundación. Siguiendo las directrices de la Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios (Aemps), realizaron una primera validación del dispositivo en un pulmón artificial, con la colaboración de la Universidad Francisco de Vitoria y la Universidad Católica de Valencia. Lo siguiente fue hacer pruebas en un modelo animal, en este caso un cerdo, en el Hospital Gómez Ulla de Madrid. Tras comprobar que funcionaba bien y hacer algunos ajustes, comenzó el proceso para conseguir la aprobación de los comités de ética y de la Aemps. El 30 de julio consiguieron el visto bueno para utilizar el dispositivo en el contexto de ensayo clínico. Para esa fecha, España ya no sufría la presión asistencial de la primavera y había podido comprar respiradores comerciales. Sin embargo, algunos países de Sudamérica, como Ecuador, empezaban a sufrir problemas por el déficit de estos dispositivos para tratar el Covid-19. «Les habían mandado respiradores desde otros lugares, pero se rompían enseguida y no encontraban las piezas. OxyVita funciona igual de bien, pero tiene la ventaja de que sus piezas no están en competencia en el mercado y se encuentran muy fácilmente los circuitos eléctricos. Si se rompe, es fácil de montar, reparar y calibrar. Es un ventilador de campaña», asegura Ayuso. Más allá del Covid-19 La autorización de la Aemps, revisada por las autoridades de Ecuador, permitió enviar 50 respiradores a este país con la colaboración de Ayuda en Acción. Además, está previsto el envío de 230 a Perú con la colaboración de la misma ONG y de 20 respiradores a Bolivia mediante Médicos del Mundo. Este proyecto solidario, liderado por la empresa Ennomotive, cuenta con el apoyo de lyntia, financiando la pre-serie; Vithas y su Fundación, homologando el respirador e incorporando el conocimiento de los médicos intensivistas; Mcfly Technologies, industrializando de forma rápida; y Ayuda en Acción, gestinando el envío de OxyVita a Latinoamérica. Actualmente buscan más patrocinadores para seguir fabricando los respiradores, cuya producción cuesta unos mil euros por aparato, y hacerlos llegar a los países donde sean necesarios. Ayuso ve futuro al OxyVita más allá del Covid-19. «En Latinoamérica hay muchos pueblos y zonas selváticas donde sería una opción para cualquier operación. Allí hay gente que se muere de apendicitis porque no tienen un respirador para conectar al paciente», concluye. «En Vithas vivimos en primera persona la cruda realidad de la lucha contra Covid-19. Una lucha idéntica a la que se libraba en toda la sanidad, pública y privada, que entre otros muchos obstáculos se encontró con la dificultad de acceder a respiradores UCI. Por eso, no dudamos ni un minuto en sumarnos a OxyVita, este respirador solidario y de código abierto que hoy ya salva vidas en Latinoamérica y podrá hacerlo en cualquier lugar del mundo», afirma el doctor Pedro Rico, director general del Grupo Vithas.
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via abc.es
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