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La terapia para el VIH debe administrarse en las primeras horas de vida

Administrar la terapia para el virus que causa el sida (VIH) en las primeras horas de vida puede reducir extremadamente el reservorio viral, es decir, el número de células infectadas por el VIH que no son susceptibles a los fármacos actuales contra el VIH, y persisten durante toda la vida siendo las responsables del rebote viral si se interrumpe el tratamiento, así como su diversidad genética. Lo ha visto una investigación cuya primera autora es la investigadora española Pilar García-Broncano y que hoy se publica en «Science Translational Medicine». La información de este nuevo trabajo, asegura la investigadora del Ragon Institute del Hospital General de Massachusets (EE.UU) a ABC Salud es relevante debido a que los niños de este estudio «representan una población ideal para evaluar estrategias alternativas a la terapia antirretroviral que permitan mantener la supresión viral, como son los anticuerpos neutralizantes», y posiblemente evitar la necesidad de una «terapia antirretroviral de por vida». De hecho, avanza, «nuestro siguiente paso es un nuevo ensayo clínico que nos permita evaluar el impacto del anticuerpo ampliamente neutralizante -VRC0-1 durante 24 semanas sin la terapia antirreroviral sobre el reservorio viral, el mantenimiento de la supresión viral y las respuestas inmunes, en la esta cohorte de niños que hayan completado al menos 96 semanas de tratamiento». Los niños de este estudio representan una población ideal para evaluar estrategias alternativas a la terapia antirretroviral que permitan mantener la supresión viral, como son los anticuerpos neutralizantes La infección por el VIH en los bebés sigue siendo un enorme desafío para la salud mundial. Cada día, de 300 a 500 bebés en África subsahariana se infectan y el virus progresa mucho más rápido en los bebés que en los adultos debido a su sistema inmune más débil. Y aunque la terapia antirretroviral es muy efectiva en para suprimir el VIH en recién nacidos y bebés, los medicamentos generalmente no se administran inmediatamente después del nacimiento, al menos en la mayoría de los países más afectados por la epidemia del VIH. En 2010, un bebé con VIH nacido en Mississippi recibió terapia antirretroviral dentro de las 30 horas de su nacimiento y pudo mantener el control viral espontáneo durante varios meses después de suspender la terapia antirretroviral, lo que aumenta la posibilidad de que el tratamiento temprano pueda marcar una diferencia crítica para los recién nacidos. El Estudio de Tratamiento Infantil Temprano (EIT), dirigido por Roger Shapiro y Mathias Lichterfeld, del Ragon Institute del Hospital General de Massachusets, y Daniel Kuritzkes, ambos del Hospital Brigham y Women's (EE.UU.), buscó investigar más esta posibilidad en recién nacidos de Botswana. Como parte de un esfuerzo de colaboración internacional, los investigadores del Brigham realizaron pruebas inmunológicas y virológicas, descubriendo que iniciar el TAR inmediatamente, en lugar de esperar unas pocas semanas, proporcionaba beneficios medibles para los bebés nacidos con VIH. Comenta García-Broncano que, con los estudios publicados hasta la fecha, «parece que la ventana para el inicio óptimo del tratamiento contra la infección por VIH es pequeña, por lo que unas pocas horas o días en el momento de inicio del tratamiento parecen hacer una gran diferencia en el pronóstico del desenlace de la infección. Todos los días que un bebé permanece sin tratamiento cuenta y empeora la evolución de la enfermedad». La ventana para el inicio óptimo del tratamiento contra la infección por VIH es pequeña, por lo que unas pocas horas o días en el momento de inicio del tratamiento parecen hacer una gran diferencia en el pronóstico del desenlace de la infección Hay que tener en cuenta que en los bebés, la infección por el VIH progresa más rápidamente que en los adultos si no reciben tratamiento. «La ausencia de tratamiento permite a la infección por VIH progresar e interferir más con el sistema inmune debilitándolo y haciéndolo más vulnerable, siendo más marcado aun en niños donde su sistema inmune está en desarrollo». Botswana es el primer país de África subsahariana en introducir un programa de terapia antirretroviral. En este estudio, todos los niños recibieron profilaxis para el VIH en las primeras horas de vida y actualmente siguen recibiendo en tratamiento sin interrupciones hasta el día de hoy. Pilar García Broncano - ABC ¿Son estos datos suficientes para cambiar las guías de tratamiento? «Creemos que nuestros resultados respaldan las recomendaciones actuales de la OMS de proporcionar un diagnóstico y tratamiento lo más rápido posible a las pocas semanas de nacer», asegura la investigadora. Creemos que nuestros resultados respaldan las recomendaciones actuales de la OMS de proporcionar un diagnóstico y tratamiento lo más rápido posible a las pocas semanas de nacer Para el investigador del Instituto de Salud Carlos III, José Alcami, el estudio confirma los datos ya esperados en el sentido de que el tratamiento precoz -como se ha observado en adultos tratados de manera muy precoz- hace que el reservorio viral sea menor y preserva la respuesta inmune. «Lo que tiene de original el trabajo es que profundiza estos dos conceptos -menor reservorio y mejor sistema inmune si se trata pronto- con una tecnología muy moderna, sobre todo desde el punto de vista virológico». García-Broncano adelanta que este grupo, además de en un nuevo ensayo clínico con el anticuerpo ampliamente neutralizante VRC01, «está trabajando para profundizar en el conocimiento sobre la infección por VIH VIH pediátrica, aumentando el número de participantes en el estudio, así como el tiempo de seguimiento en tratamiento, tratando de identificar las poblaciones celulares enriquecidas en los niños que inician inmediatamente la TAR para obtener una visión de los mecanismos inmunológicos asociados con la siembra del reservorio viral en esta cohorte de niños». «Lo que más me emociona de este trabajo es que hacer un cambio comparativamente pequeño en el momento del tratamiento puede tener un gran impacto en los resultados a largo plazo», concluye Lichterfeldl

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