Las maneras de hacer un buen bacalao que deberías conocer
El bacalao es uno de los pescados más comunes de cocinar y que resultan más sabrosos. Además, se trata de un alimento muy polivalente, pues no solo se reduce a cocinarlo a la plancha, frito o al horno. Estas son unas maneras efectivas y que siempre pueden resultar exitosas. No obstante, también se puede optar por preparar recetas más originales que permitan salir de estas típicas elaboraciones. Si quieres conocer algunas recetas de bacalao originales para salirte de lo clásico, en Alimente recopilamos varias de ellas.
Brandada
Una de las maneras más originales de cocinar el bacalao es haciendo brandada. Esta es bastante típica del País Vasco y básicamente consiste en una especie de crema o paté de untar. Así tiene todo el sabor de este pescado y se utiliza especialmente para acompañar a panecillos tostados y conformar un aperitivo o entrante original. Se trata de una receta que resulta muy común en los días de vigilia y en Cuaresma para así evitar el consumo de carne.
La brandada, en esencia, es una emulsión entre aceite de oliva y bacalao que se ha hervido ligeramente para que se ablande. Al unir ambos, se puede añadir agua de cocción del pescado, además de sal, pimienta, ajo y perejil para acabar formando una especie de crema similar a la mayonesa. En algunas elaboraciones se añade patata, leche o nata con el objetivo de adaptar la textura al gusto y que sea más o menos densa. Se suele colocar en una cazuela de barro para hornearla y conseguir un leve gratinado y un toque crujiente en la superficie.
À brás
La cocina de Portugal cuenta con el bacalao como uno de los máximos exponentes de su gastronomía. La receta à brás es todo un referente del país luso y de Macao (antigua colonia portuguesa) y es un plato que destaca por su color y su sabor. En este, el citado pescado en salazón es el protagonista.
Se desmenuza, se cuece y se mezcla con patatas paja (las que se cortan finamente) para finalmente añadir huevos batidos que acaban conformando un revuelto de todos estos ingredientes. De esta manera termina obteniendo un llamativo y amarillento tono. Es por ello por lo que también recibe el nombre de bacalao dorado. Las aceitunas negras y el perejil lo completan al final para darle un contraste en sabor y aspecto al servirlo.
Pasta con bacalao al pilpil
En la cocina vasca destaca el bacalao al pilpil como una de las recetas más tradicionales y sabrosas que se elabora utilizando tan solo dicho pescado, aceite de oliva, ajo y guindillas. Este es un plato muy extendido, conocido y de gran éxito. Para innovar algo más y no comerlo de la misma manera, esta elaboración puede resultar más sorprendente mezclándola con pasta. Simplemente consiste en añadir pasta cocida, como espaguetis, a la sartén en la que se está elaborando la salsa pilpil y laminar el bacalao. Mezclarlo todo y dejar que los sabores se integren.
Canelones de bacalao
La polivalencia del bacalao le permite ser empleado como relleno para muchas elaboraciones. Un ejemplo de ello son los canelones o lasañas que se pueden cocinar usando este pescado. Este se prepara igual que se haría cualquier otro plato con estas pastas. Se hace un sofrito en el que se integra nuestro alimento protagonista y posteriormente se coloca entre las láminas que se hornearán.
Esta es una manera de hacer que el bacalao resulte muy sabroso y jugoso al mezclarse con sofritos de verduras y tomate por ejemplo, ya que absorbe todos sus sabores. Además, esta puede ser una forma práctica y original con la que hacer que los más pequeños de la casa coman más pescado.
Bacalao gratinado
¿Quién dijo que los quesos no se pueden combinar con el pescado? El bacalao gratinado es una prueba de que se puede obtener un gran resultado. Este plato de sencilla elaboración tan solo requiere de unos pasos muy simples: colocar dicho pescado, cocido durante 5 minutos, en una fuente de horno y acompañarlo de una cama de patatas y cebolla. Estas se han tenido que cocinar previamente en dicho aparato para que se ablanden. También hay que preparar una bechamel sabrosa con la que bañar a todo el conjunto, espolvorear queso rallado por encima y hornear.
Así se consigue un plato gratinado en el que la capa superior adquiere un tono crujiente y con sabor a queso que contrasta con la suavidad del resto de ingredientes y concretamente con el salado del bacalao.
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