Mentoring, ¿la clave para crecer profesionalmente?
Una práctica que últimamente ha ido cobrando más relevancia en el mundo empresarial es el mentoring, un proceso de aprendizaje en el que el mentor comparte sus conocimientos y colabora con el desarrollo del aprendizaje del empleado o alumno que tiene en ese momento y se ha convertido en una herramienta muy útil para impartir nuevos conocimientos de forma práctica y rápida.
“El mentoring básicamente es una técnica que, a través de conversaciones, el alumno o empleado muchas veces trae una agenda de puntos específicos que quiere aprender, y el mentor, desde su experiencia, sus conocimientos técnicos y capacidades, lo impulsa y lo va ayudando a que vaya encontrando respuestas y a la vez le va dando también, a modo de consultoría, esas respuestas”, comenta Gisel Castillo, especialista en negociación, marketing y desarrollo de marcas.
El mentoring se puede realizar tanto a nivel personal como empresarial y en el primero de estos casos, básicamente, la interacción es de uno a uno y en ella el alumno es una persona que tiene un objetivo específico y el mentor ha sido seleccionado porque es considerado un experto en el tema y, por lo tanto, puede asistir con su aprendizaje. El mentoring empresarial tiene mucho que ver con cómo es la cultura y la dinámica de una empresa y en esos casos el mentor va a realizar su labor con un grupo de personas o un grupo de líderes de equipo.
Por otro lado hay que tener claro que el mentoring es un proceso diferente al coaching, el cual también es un proceso de aprendizaje, pero se da en base a preguntas que hace el coach al alumno para arrojarle un poco de luz y que sea él mismo que encuentre las respuestas y así logre el aprendizaje, mientras que en el mentoring el alumno encuentra el aprendizaje en las respuestas del mentor, no en sus propias respuestas.
“En el caso del mentoring el mentor es más proactivo porque tiene la oportunidad de guiarlo desde su conocimiento”, explica Castillo, “y en el coaching no puedes dar consejos ni darle la respuesta al alumno, tiene que ser él mismo quien la descubra”.
Aunque no es una práctica que se creó recientemente, el mentoring se ha vuelto más popular en esta generación puesto que hoy en día las personas quieren un acceso más inmediato al conocimiento y una intervención didáctica con resultados más rápidos e inminentes. A través de una herramienta como el mentoring, en vez de participar en una capacitación o gastar un proceso de investigación que abarque varias fuentes, se puede adquirir más información y aprender nuevas habilidades interactuando con alguien especializado en el tema y que puede responder o tener todas las respuestas que requiera el mentoreado. Por ejemplo, una tendencia que se ha vuelto muy popular es el uso de ejecutivos jóvenes como mentores para empresario veteranos para asistirlos en el proceso de adaptarse a las más recientes innovaciones tecnológicas y otros cambios como nuevas tendencias en el mercado.
“Siempre hay un poco de resistencia porque, obviamente, el veterano trae la experiencia, sin embargo el joven está muchísimo más actualizado en cuanto a las tendencias de los caminos más cortos para lograr los objetivos”, agrega Castillo. “Es un tema de manejo de inteligencia emocional y acompañamiento efectivo para que podamos alcanzar el objetivo juntos y validar el conocimiento que trae el veterano, que siempre va a ser importante en el proceso”.
Un buen manejo de la herramienta del mentoring puede ser muy beneficioso para cualquier empresa o entidad corporativa ya que, por ejemplo, es mucho más económico contratar un consultor o un mentor especializado en un área específica para trabajar con el talento interno de una empresa para alcanzar una meta con mayor rapidez. También puede ser ventajoso incorporar un especialista que aporte un punto de viste fresco que asista a los equipos a mirar fuera de la caja cuando están atascados o viciados por una rutina diaria. En cuanto a qué tipo de empresa puede sacarle más provecho a este tipo de práctica, eso va a depender del tipo de empresa, sus objetivos y otras variables.
“Creo que la categoría de la empresa no es lo que va a indicar si requiere mentoring o no, sino la situación de estancamiento en la que está la compañía en ese momento y hacia dónde quiere ir”, explica Castillo, “y también tras tantear si con los talentos internos no ha alcanzado lo que está buscando, entonces es importante que busquen un mentor para ayudarles a desplazarse”.
Para poder llevar a cabo el papel de mentor la persona debe tener amplios conocimientos sobre el manejo de inteligencia emocional ya que es muy probable que tenga que lidiar con resistencias, conflictos de personalidad y hasta con personas que no entienden qué es lo que el mentor quiere aportar. Asimismo, es importante que el mentor utilice un lenguaje llano para poder comunicarse más plenamente con las personas que está compartiendo y también debe tener disponibilidad de horarios para poder estar a la disposición de su alumno. Por otro lado, no se puede dejar de mencionar qué tan esencial es que exista una buena relación mentor/mentoreado.
“Respeto y confianza, básicamente esas son las dos vías que van a crear ese vínculo”, asegura Castillo. “Si el mentor respeta las necesidades del mentoreado y si él respeta el conocimiento del mentor y lo valora, eso va a hacer que esta persona descubra en él mucho aprendizaje y la confianza de dejarse guiar. Eso es básico”.
Fuente Estilos http://bit.ly/2wH2wSz
via Diario Libre
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