Las sopas y bebidas internacionales más refrescantes

Llega el verano y los españoles disfrutamos con el gazpacho en sus múltiples variantes, el ajoblanco o el salmorejo. Pero cuando aprietan las temperaturas, todos los países tienen sus recetas de cuchara para refrescar el paladar. ¿Quieres conocer cuáles son las sopas y bebidas frías más apetecibles del mundo?

Exotismo afrutado. El melón cantalupo, de pulpa anaranjada y muy perfumada (crece en los continentes de África y Asia), es el protagonista de una crema exótica, aterciopelada y de un sabor increíble. Es ideal como entrante en los menús veraniegos. También sorprende por su aroma. Hay muchas versiones para cocinar sopa con este colorido fruto como ingrediente principal, aunque la más habitual es la que añade yogur griego, limón y menta. Se puede servir con trocitos de jamón o del mismo melón por encima.

El truco. Prepárala un día antes para darle mayor consistencia.

El ponche asiático. El sujeonggwa es una especie de ponche tradicional de color oscuro, entre marrón y rojizo, típico de Corea. Se elabora con caquis secos, canela, pimienta y jengibre. Primero se hierve y empapa bien en una taza y luego pasa por otro proceso de cocción y enfriamiento. El sabor de esta bebida es una mezcla entre picante y especiado, pero al mismo tiempo tiene un regusto final dulce. Siempre se sirve frío y usualmente en una ponchera. Si os gusta el agridulce, os encantará.

El aderezo. Los más golosos lo coronan con piñones.

Limón a la griega. El avgolemono es una sopa tradicional de Grecia que tiene una elaboración sencilla cuya base es un caldo de pollo y verduras al que se incorpora limón y huevos. Es ligera, refrescante, nutritiva, de sabor potente y tiene muchas vitaminas. En algunas recetas también se añade por encima queso feta. Para su degustación se decora con la cáscara de limón rallada.

La curiosidad. Se afirma que este plato nació en España de mano de los judíos sefardíes. Se elabora también en Turquía y en países árabes.

Miso fría.

Estilo nipón. El calor en Japón es muy caluroso y, además, húmedo (esa humedad suele intensificarse cuando llega la temporada de lluvias). El remedio perfecto para superar una climatología sofocante y pesada es la hiyajiru, una sopa fría condimentada con miso -una pasta de sabor intenso que se obtiene a partir de la soja- que contiene ingredientes diversos y se sirve sobre arroz. En este plato se aprecia el sabor suave que le aporta el dashi (caldo base de la cocina japonesa) y suele llevar sésamo.

El emplatado. Se sirve con jurel a la plancha, tofu, pepino y hojas de shiso (además de sus propiedades medicinales es apreciado en gastronomía por su aroma y sabor).

Espesa, dulce y salada. El lassi es una bebida tradicional de la India originaria de la región de Punyab (Pakistán), elaborada a base de yogur batido, azúcar o sal. Su textura es muy densa, se bebe fría y tiene un gran poder refrescante. A la versión dulce se le agrega azúcar y frutas. Aunque las opciones son infinitas, los productos más usados para prepararla suelen ser el plátano, el mango y la papaya.

Versión salada. Es la más clásica y se condimenta con comino, pimienta y otras especias.

Borsch.

Desde Rusia con color. Quizá el borsch sea una sopa mítica, pero es tan llamativa que no podemos dejar de nombrarla. El tono intenso es su rasgo característico. Es una sopa de patatas, zanahoria, col y otras verduras que debe su color púrpura a las raíces de la betabel o remolacha. Es la sopa veraniega más consumida y un emblema de Rusia, aunque su origen es ucraniano. Se prepara con nata, crema agria o yogur y se le añade huevo cocido y eneldo. Como siempre ocurre con las recetas tradicionales, los ingredientes varían según la región en la que se prepare, pero en el borsch frío se suele utilizar zumo de limón, cebolla picada y algo de azúcar.

El dato. También existe la versión caliente, muy contundente, similar a un estofado. Se puede acompañar con una cucharada de crema agria en cada tazón.

Guacamole con cuchara. Antes de que fuese el ingrediente más fotografiado de Instagram e icono de los foodies contemporáneos, el aguacate ya era una de las frutas básicas de la alimentación mexicana. Con los ingredientes habituales del guacamole -lima, aceite, tomate, cilantro y guacamole- se elabora una de las sopas frías más populares y refrescantes de México. Se afirma que su origen está en la ciudad Atlixco, en Puebla.

El toque ultrapicante. Suelen añadir chiles, uno de los ingredientes que caracterizan a su cocina.

Bisara.

Con toque mentolado. El puré de guisantes secos o bisara es una de las sopas frías más consumidas y famosas del norte de Marruecos, especialmente en la zona del Rif. En una crema consistente y muy fácil de elaborar con habas secas o mezcla de habas y guisantes secos (se encuentran en tiendas árabes), a las que se añaden unas hojitas de menta y un buen chorro de aceite de oliva. También se puede elaborar solamente con guisantes.

Final intenso. Los amantes de los sabores potentes añaden comino y polvo de chile.

Fideos fríos. No todas las sopas de fideos se comen calientes. En Corea los naengmyeon (consisten en diversas variedades de fideos finos elaborados a mano, hechos típicamente de harina de kudzu), se sirven con un caldo frío con diversos tipos de verduras cortadas en juliana, peras coreanas y huevo duro, ingredientes a los que se añaden trocitos de ternera fría.

Cómo servirlo. Se suele tomar en un cuenco grande de acero y muchos le añaden mostaza picante y vinagre.

El poder del pepino. Si hay un plato estrella en los Balcanes durante los meses más calurosos es el tarator. Se trata de una refrescante sopa fría de yogur con pepino a la que se añade ajo, aceite, un toque de nueces y eneldo. Sencilla de elaborar, pero muy refrescante. Sienta estupendamente y se puede tomar con cuchara como primer plato o entre horas directamente como bebida.

Los 'sacramentos'. Podéis completar esta bebida con trocitos de nueces para decorar y una pizca de eneldo espolvoreado.

Jugo de tomate del árbol. Es una de las frutas más populares en Colombia. Debido a su cáscara roja se suele confundir con una fruta dulce, pero su pulpa -muy jugosa- es algo ácida. Allí lo combinan con frutas como el maracuyá y la guayaba para elaborar jugos que provocan una mezcla de sabores que impresiona. Se puede servir solo o con agua y azúcar para hacerlo más ligero. Además, aporta muchas propiedades y nutrientes beneficiosos para el organismo.

El trago viagra. Los más atrevidos podéis probar el jugo de borojó: se consume mucho en Colombia por sus supuestas propiedades afrodisiacas.

Coco brasileño.

La cocomanía. En Brasil son adictos a una bebida de coco con alcohol perfecta para combatir las altas temperaturas. La receta es muy sencilla: en una cáscara del propio fruto o en un vaso largo se combina cachaza, hielo, azúcar, leche condensada y leche de coco. Se agitan todos los ingredientes… ¡y listo! La cachaza es una especie de aguardiente hecho a base de jugo de caña fermentado parecido al ron, pero sin añejar en barricas. Su historia se remonta al siglo XVI cuando los esclavos comenzaron a elaborar esta bebida para sobrellevar sus duras jornadas de trabajo con la producción sobrante de cañas de azúcar.

La variante. Si sois amantes de esta fruta y viajáis a Indonesia, debéis probar el cendol: una bebida fría elaborada con leche de coco, azúcar de palma y harina de arroz verde jalea que se bebe acompañada de mucho hielo picado.

Fuente http://bit.ly/2EKMmMs