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Mucho deporte y alimentación sana (con rarezas): así conseguía Bruce Lee ese cuerpo

Cuando Bruce Lee brillaba en todo el mundo no existía Facebook, ni Twitter, ni Instagram. Ni siquiera se había descubierto internet y toda la revolución que la red ha provocado en el mundo. Entonces, todo aquel que quería saber algo sobre alguna estrella de cine tenía que ver los telediarios o leer algunas de las pocas revistas especializadas que existían en la época.

Hoy todo ha cambiado: las redes sociales han multiplicado la información que nos llega cada día, convirtiendo casi en una odisea filtrar lo que nos interesa y no ahogarnos por el resto. Eso también ha posibilitado un acceso directo a todo lo que necesitamos, ya sea información en profundidad sobre un tema determinado o una consulta puntual sobre cualquier otro.

Noelia Hontoria

Por eso, si Bruce Lee fuera un actor de éxito de nuestros días conoceríamos al dedillo sus gustos, sus entrenamientos, sus dietas, sus novias… cualquier tema que tuviera que ver con él generaría miles de informaciones instantáneamente. Pero como, desgraciadamente, no es así, hasta ahora teníamos que conformarnos con lo que se publicó hace más de 40 años.

Un libro necesario

Bruce Lee murió en 1973 cuando sólo tenía 33 años e, inmediatamente, se convirtió en un mito del cine. Ahora, cuando apenas quedan cuatro años para que se cumpla medio siglo de su fallecimiento, un libro viene a aportar mucha luz sobre la vida del carismático actor. Un hombre que marcó a toda una generación de jóvenes y no tan jóvenes.

Bruce Lee murió en 1973 cuando sólo tenía 33 años e, inmediatamente, se convirtió en un mito del cine

Matthew Polly es el autor de ‘Bruce Lee: Una Vida’. Se trata de un libro que profundiza en algunos de los aspectos más desconocidos de su vida, entre ellos la alimentación y el entrenamiento. Y es que si hay algo que caracterizó al famoso actor norteamericano, pero que fue fundamental en su carrera, es su forma de entrenar.

Polly explica a la revista JOE que en los años 70 los deportistas no visitaban gimnasios como hacen hoy. Se suponía que, si querías mejorar en tu especialidad, simplemente tenías que entrenar más horas, pero a nadie se le ocurría hacer pesas, sentadillas o cualquier otro trabajo de gimnasio. Algo impensable si lo vemos con la perspectiva de hoy en día.

Bruce Lee cuenta con su propia figura de cera en Hollywood (EFE/Michael Nelson)Bruce Lee cuenta con su propia figura de cera en Hollywood (EFE/Michael Nelson)Bruce Lee cuenta con su propia figura de cera en Hollywood (EFE/Michael Nelson)

Por eso el autor asegura que Bruce Lee fue el primer deportista que en integró en su rutina el trabajo dentro y fuera del gimnasio. Lee reconoció que "la fuerza y ​​el acondicionamiento del cuerpo eran cruciales para convertirse en el mejor luchador". Por eso agregó trucos de boxeo, saltos y carrera continua a su plan de entrenamiento: corría de seis a ocho kilómetros cada mañana.

Una alimentación pionera

Pero no se conformó con eso. Polly escribe en su obra que Bruce Lee había "instalado una máquina isométrica, un estante para sentadillas, un banco de press banca, mancuernas y una máquina de agarre para sus antebrazos" en su garage. Y, además, hacía levantamiento de pesas tres noches a la semana. Así consiguió un cuerpo perfecto que le permitía brillar ante la cámara.

EC

No se trataba de hacer ejercicio para estar bien, sino de un estilo de vida. Matthew Polly explica que incluso cuando no estaba haciendo ejercicio oficialmente sí que lo hacía, como cuando levantaba pesas mientras veía la televisión o cuando aseguraba que aprovechaba que se ponía los pantalones para hacer sentadillas.

Pero si el deporte fue vital para él, la alimentación no le fue a la zaga. Lee es famoso por gastarse una buena cantidad de dinero en suplementos nutricionales y por hacer cosas extrañas con la comida, como cuando hacía batidos de carne cruda y se los bebía. Y no lo hacía sólo por estar perfecto para el ring: nunca se olvidaba de que, en el fondo, su profesión era la de actor y tenía que estar perfecto.

En una época en la que los actores altos y esbeltos arrasaban en Hollywood​, Bruce Lee consiguió ser mundialmente famoso… a su manera

Bruce Lee fue uno de los precursores de los batidos proteínicos: varias veces al día bebía una mezcla de proteína en polvo, huevos, plátanos, leche en polvo, aceite, harina de cacahuete y helado de chocolate para llenarse de proteínas. Su objetivo no era parecer culturista, sino que entrenaba para verse delgado. En una época en la que los actores altos y esbeltos arrasaban en Hollywood, Bruce Lee consiguió ser mundialmente famoso… a su manera.



Fuente elconfidencial.com

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