Por qué el actor Rob Lowe apenas ha envejecido en treinta años
Hace mucho tiempo se creía que la piedra filosofal (esa sustancia alquímica legendaria) podría ser un elixir que rejuvenecía a aquellos que lo poseían y servía para lograr la inmortalidad. La búsqueda de la fuente de la eterna juventud no es algo reciente, sino que desde la Antigüedad el ser humano parece obsesionado con sumergirse en sus aguas y conseguir un aspecto lozano para el resto de los tiempos.
No hemos encontrado tal fuente y no sabremos si existe, pero a cambio nos queda el bótox. Puede que esa búsqueda de la juventud eterna se haya incrementado con los años: en la época actual la meta de todo el mundo es ser eternamente joven. Los cuarenta son los nuevos treinta, los treinta los nuevos veinte... Operaciones, estiramientos, colágeno, cremas antiedad, baba de caracol... a veces los resultados son mejores y en otras ocasiones desastroso: no reconocemos a la persona que se encuentra detrás de esa máscara nueva que ha construido a golpe de bisturí.
El Dorian Grey de HollywoodPor ello se hacen siempre virales aquellos individuos por los que no parece pasar la edad. "Adivina cuál de estos dos es el padre y cuál es el hijo, el resultado te sorprenderá". El turno ahora le ha tocado al actor Rob Lowe, que, sin duda, se conserva estupendamente y no queremos creernos que sea únicamente "gracias a beber agua y dormir ocho horas". ¿Será cosa de genes?
Este Dorian Grey versión real saltó a la fama en 1983, cuando consiguió un papel para el filme 'Rebeldes' de Francis Ford Coppola. Años después salió a la luz un video sexual suyo con una menor y los tribunales lo condenaron a 20 horas de servicio a la comunidad en Ohio. Era un personaje recurrente en la prensa del corazón y tuvo un idilio con la princesa Estefanía de Mónaco. Tras ello cayó en una espiral de autodestrucción, drogas y alcohol de la que fue muy difícil salir. En 1991 conoció a su mujer, la maquilladora Sheryl Berkoff, con la que tiene dos hijos.
Cuando se le pregunta por los memes que bromean en la red acerca de que los años no pasan para él, se ríe. "Ahora me siento mejor que nunca. Más experimentado. Más inteligente", asegura a la revista para hombres 'Men's Health'. ¿Cómo lo hace? Pues va un poco más allá de beber agua para mantenerse hidratado. Su rutina se basa en un régimen de ejercicio riguroso y una dedicación a una dieta baja en carbohidratos (el año pasado se convirtió en portavoz de Atkins, el plan de alimentación que enfatiza las proteínas y las grasas saludables).
A los 26 años, en 1990, Lowe logró mantenerse sobrio y el ejercicio desempeñó un nuevo papel en su vida. "Se convirtió en una vía de escape para toda la tensión, el estrés, la compulsividad", dice. "Francamente, canalicé la adicción hacia eso". Hoy, después de 28 años de sobriedad, Lowe comienza el día con un paseo en bicicleta o 45 minutos corriendo una carrera. Asegura también que prefiere hacer ejercicio solo: "Voy centrado en lo que hago”. Ni siquiera usa auriculares. "Me gusta su soledad mental forzada", dice. "Inevitablemente, te obligará a comenzar a trabajar en cosas que no vas a hacer si estás escuchando a Jay-Z".
En un principio creía que podía comer lo que quisiera, pero conforme se fue acercando a los cuarenta años esa percepción cambió. "Me río cuando la gente me dice que la dieta Atkins consiste en ir a In N Out a comerte una hamburguesa. Nada más lejos de la realidad". También está experimentando con el ayuno intermitente y, a menudo, se salta el desayuno. Su menú típico en los días sin esa primera comida: yogur griego, bayas y nueces como snack a las 11:30 de la mañana, ensalada de pollo picado para la comida y bistec y verduras para la cena.
Su otra gran pasión es el surf, que practica con sus hijos de 23 y 25 años. "Ellos me aficionaron y yo conseguí a mi vez que pisaran el gimnasio", explica, y lo que más le gusta de este deporte es, justamente, que demuestra la cualidad de lo mutable. Nada permanece. "Siempre estás persiguiendo la cresta de la ola y quizá nunca la alcances", dice. “Las condiciones cambian, por lo que las olas nunca permanecen. Nada puede seguir igual. Nada." Aunque su aparente juventud eterna parece decir lo contrario.
Fuente elconfidencial.com
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